- En una carta abierta, la Plataforma da cumplida respuesta a las críticas y medias verdades que jalonan las declaraciones vertidas por el consejero de Obras Públicas en Colindres el pasado día 18.
Sr. D. Jose Mª Mazón Ramos
Consejero de Obras Públicas, Vivienda,
Ordenación del Territorio y Urbanismo
Me dirijo a usted mediante esta carta abierta para reiterarle, esta vez por escrito, la voluntad de diálogo constructivo de la Plataforma para Salvar la Bahía de Castro Urdiales sobre el futuro del puerto de la ciudad, y con la esperanza de poder aclararle un par de aspectos que, a tenor de sus recientes declaraciones en Colindres, quizás no hayamos sabido transmitirle con la suficiente claridad en la reunión mantenida el pasado 11 de agosto.
Habiendo participado en dicho encuentro, no puedo menos que mostrarle mi estupefacción por sus comentarios acerca de las intenciones de la Plataforma, opiniones que quiero atribuir a un problema de comunicación, ya que en la defensa de los proyectos y tesis políticas uno puede entender que se empleen argumentos, opiniones e ideas con mayor o menor retórica. Pero no la falsedad.
Y es que, señor Mazón, tal y como le comentamos en la reunión, la Plataforma no pretende imponer ningún proyecto, tal y como parece insinuar usted diciendo que "Vamos a retocar el proyecto, pero eso no quiere decir que vayamos a hacer lo que ellos quieren". Más bien al contrario, desde el primer momento hemos promovido la necesidad de realizar un estudio de las carencias del puerto de Castro Urdiales para la elaboración de un proyecto acorde a dichas necesidades. Como principios que deben guiar dicho proyecto, la Plataforma propone la mínima intervención, el máximo respeto al paisaje y al ecosistema, así como la viabilidad y sostenibilidad económica. Algo tan básico y lógico que a buen seguro incluso su departamento podrá compartir. Y, a modo de ejemplo (por cierto, insistentemente reclamado desde su propio partido), le hicimos entrega de un esquema básico en el que se cumplen dichas premisas. Pero en ningún caso se trata de un proyecto definitivo que pretendamos imponer, sino un documento de partida sobre el que poder trabajar, pues, sorpréndase usted Sr. consejero, sabemos que no son los ciudadanos quienes deben elaborar un proyecto a gusto de su consejería, sino a la inversa, es la D.G. de Puertos la encargada de elaborar un proyecto que satisfaga las necesidades de los usuarios de las instalaciones portuarias y de los ciudadanos en general.
Con esta finalidad nos hemos ofrecido a facilitar e impulsar (e incluso a participar si lo consideran oportuno) en el necesario diálogo institucional entre su Consejería y el Ayuntamiento de esta ciudad para que dicho proyecto nazca del consenso y no de la imposición. Por este motivo resultan especialmente hirientes sus tendenciosas declaraciones acusando a la Plataforma de arrogarse la representación de los castreños. Nada mas lejos de la realidad, Sr. Mazón. Si algo tenemos claro (y así se lo hicimos constar en la reunión) es que la representación de los ciudadanos corresponde a los diputados y concejales democráticamente elegidos, esos que cada cuatro años se lanzan a la calle estrechando manos y besando niños en un maratón de discursos y promesas tras el que, envueltos en el halo de la legitimidad otorgada por las urnas, se encierran nuevamente en sus despachos magníficamente insonorizados para no percibir las opiniones de la ciudadanía en los siguientes cuatro años. Tampoco nos arrogamos la casi unánime declaración de rechazo a su proyecto que el Ayuntamiento de Castro Urdiales acordó el pasdo mes de julio y que usted soslaya intencionadamente, disfrazandolo de dispota de legitimidades y competencias.
En estos más de seis meses de trabajo desinteresado, la Plataforma únicamente ha pretendido informar a los castreños y visitantes acerca del proyecto de puerto deportivo de su consejería (habida cuenta del extraño sigilo con el que su departamento pretendía llevarlo a cabo), aglutinando a las personas y asociaciones que entendiesen dicho proyecto como algo innecesario, desproporcionado e inviable. Para determinar si esta opinión era la mayoritaria o no, hubiese bastado con que el Gobierno Regional apoyase la celebración de la consulta popular solicitada por el Ayuntamiento, sin embargo se opusieron frontalmente a la misma. Por un lado rechazan pedir la opinión de los ciudadanos pero por el otro declara usted (sic) "Creo que tenemos a la mayor parte de la gente de acuerdo con nuestra posición". Perdone usted mi ignorancia, Sr. Mazón, pues no sabría decirle si eso es arrogarse la opinión de los castreños o simple y pura arrogancia.
Pero aún puede usted hacerse una idea aproximada. Basta con acercarse de incógnito a la ciudad, sin la corte que habitualmente le rodea en sus visitas, y pulsar de primera mano la opinión que de su proyecto tienen tanto los ciudadanos como los turistas que nos visitan. Una magnífica terapia para prevenir la sordera del despacho, ese mal que tanto aqueja a nuestros mandatarios, distanciándoles de la realidad e impidiéndoles escuchar todo aquello que no sea favorable a sus tesis y propuestas.
Al margen de nuestras diferencias y criterios, o de estas escaramuzas dialécticas, permítame Sr. Mazón despedirme del mismo modo que inicié esta carta, ofreciéndole en nombre de la Plataforma, una mano tendida al diálogo con el fin de lograr el que a buen seguro debe ser el objetivo final de todos: el mejor proyecto posible para la ordenación de la bahía de Castro Urdiales.
Dios guarde a usted muchos años.
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