La situación del puerto de Laredo ha enfrentado al equipo de gobierno y a los grupos de la oposición, mientras que el Ejecutivo autonómico y la empresa adjudicataria han optado por guardar silencio.
El Ayuntamiento laredano se ha ofrecido a hacer de mediador «con todas las partes» para buscar las soluciones que sean precisas de cara a desbloquear la actual situación de inoperatividad por la que atraviesa el nuevo puerto, según ha confirmado el alcalde pejino, Ángel Vega. Y es que cinco meses después de su inauguración y 90 millones de euros de coste, en los pantalanes del puerto no hay ni un barco y en su superficie terrestre los usos hosteleros, los servicios públicos, el mantenimiento y la limpieza brillan por su ausencia.
El regidor municipal adelantó que «he trasladado la preocupación del equipo de gobierno municipal del PP y PRC al Gobierno de Cantabria, para que, entre todos, se cambie la actual situación». Una opinión que también hace suya el portavoz regionalista, Pedro Diego, al suscribir por completo, las palabras de su socio de gobierno.
Sin embargo, sus palabras contrastan con el silencio en que siguen varados los responsables de Marina de Laredo, portavoces autorizados de la concesionaria de las obras (la UTE Ascan-FCC) y su explotación. Un mutismo en el que también afecta al consejero de Obras Públicas, Francisco Rodríguez y por extensión al Gobierno regional.
Los únicos que se salen de este guión son los portavoces de los grupos políticos laredanos, conscientes de que el tema es lo suficientemente importante como para dejarlo por más tiempo a la deriva. Así, el socialista Juan Ramón López Revuelta reclamó el mayor consenso posible de las partes para buscar una «rápida solución». Y lo hizo tras reconocer que tanto él como la mayoría de los ciudadanos de Laredo y de Cantabria «ya saben ahora las causas que motivan el actual parón». El edil socialista añadió que «estamos ante una obra muy importante, cuya paralización no puede continuar. Es necesario que dé el servicio que justificó la construcción de una infraestructura decisiva para el futuro de Laredo».
Por su parte, el portavoz de IPdL, Alejandro Liz, calificó estos problemas como una «situación de parálisis que nos preocupa muchísimo». «Espero -prosiguió- que los actuales gobernantes lleven las iniciativas y las reivindicaciones que sean necesarias, a quien corresponda, para poner en marcha lo que sin duda será un activo fundamental para el desarrollo industrial, turístico y social para Laredo».
El portavoz de IU, Juan Carlos Vada, recordó cómo su coalición preguntó en el último Pleno de julio al alcalde «por los motivos por los que el puerto sigue cerrado y sin barcos». Y la respuesta, recordó Vada, fue «que no se trataban de problemas económicos, sino administrativos». Visto lo publicado días atrás, el portavoz de IU considera que tal apreciación no es la correcta. «Y por ello pedimos que se ponga toda la carne en el asador para buscar soluciones rápidas, tanto para el disfrute de los ciudadanos como para que se cumpla una de las premisas más importantes, la de la promesa de creación de muchos puestos de trabajo, y otras cosas más, sin que ninguna se esté cumpliendo», remachó Vada.
Fuente: Diario Montañes
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