El tiempo en Castro

sábado, 27 de noviembre de 2010

Santa Ana con la cara sucia

                              Hacer click en las imágenes para ampliar


Obra de rehabilitación de la ermita de Santa Ana

El PROYECTO PERMITE EL ENRASADO DE LOS MUROS EXTERIORES

Hace un mes nos pronunciamos por la evolución de las obras de Santa Ana. Hemos visto como se están restaurando los lienzos exteriores de la ermita, sus muros de mampostería, y discrepamos seriamente del acabado en el que se ha aplicado un exceso de mortero que desluce la imagen exterior de la ermita. En dos semanas la empresa constructora encargada de la obra, INOR, se ha cargado el aspecto visual que ha mantenido la ermita desde la edad media.

La dirección de la obra y los servicios técnicos municipales han informado que todo es correcto y acorde al proyecto, si bien, también hemos visto que, tras nuestra denuncia, la empresa ha intentado limpiar la piedra de las manchas de mortero: una tarea imposible, la fachada de la ermita ya no es lo que era.

Esta misma semana hemos consultado el proyecto de ejecución. En su memoria se hace especial mención de la evolución histórica del edificio, de las excavaciones arqueológicas, así como de las patologías y deficiencias del edificio. El proyecto de rehabilitación plantea, creemos que acertadamente, consolidar el espacio exterior y actuar para contemplar nuevos usos en su interior: el mirador, el culto a Santa Ana, y un espacio interpretativo que permitirá entender la evolución del edificio observando la excavación arqueológica y cinco paneles explicativos que relacionan la historia del edificio con la historia de Castro Urdiales. Un buen trabajo que, a diferencia de lo que se ha hecho en el Castillo Faro (aún sin entregar y sin uso definido) habilita los espacios de acuerdo con los objetivos del proyecto. Cuando se habla de consolidar el espacio exterior se dice que “no se alteran las soluciones constructivas y estructurales del edificio ni la visión consolidada que se tiene de la ermita mirador desde la villa desde el entorno monumental”. El plan especial del casco histórico señala en la ficha dedicada a la ermita, a la que califica como edificio protegido de valor excepcional, que “se autorizan exclusivamente las obras de restauración de fachadas sin modificación de huecos, materiales, tipologías y acabados”. Hasta aquí todo parece coherente.

Sin embargo, en la memoria del proyecto apenas se le dedican cuatro líneas a la restauración de los muros exteriores:


“Los muros de mampostería existentes presentarán dos acabados. Hacia el exterior los muros existentes se repararán, se recogerán fisuras que puedan tener y se repondrá el material en las zonas donde falte. Acabados los trabajos de limpieza y reparación se procederá al repellado (1) de la mampostería dejándola enrasada (2) con un mortero coloreado a definir por la dirección facultativa”.

Es decir, de acuerdo con este proyecto, los muros de la ermita tendrían que haberse raseado (o enrasado) de mortero enteramente. Sorprendente. No podemos entender cómo en un proyecto de rehabilitación de la importancia de la ermita (símbolo de la villa) no se especifica de forma más clara el procedimiento para tratar los muros exteriores; repellado y enrasado, eso es todo… y así luce hoy la fachada de la ermita, en la que a duras penas se adivina la mampostería de piedra originaria de la ermita tapada en su mayor parte por mortero.

En su momento pensamos que el problema de esta obra era una cuestión de cómo se estaba ejecutando, que el contratista estaba yendo demasiado deprisa con el rejunteo de los muros, labor que exige paciencia y limpieza. Ahora sabemos que no, que el proyecto ya contiene los resultados que nos preocupan, y que, lamentablemente, ya no hay remedio, a no ser que la Consejería de Cultura meta mano en este asunto, algo que creemos no va a suceder.



(1): REPELLAR. (De re y pella.) tr. Arrojar pelladas de yeso o cal a una pared que se está fabricando.
(2): ENRASAR. tr. Albañ. Igualar la altura de dos o más obras. Ú.t.c. intr. II Hacer que quede plana y lisa la superficie de una obra. II intr. Fís. Alcanzar igual nivel dos elementos de un mismo aparato.

REPELLO
Es el revestimiento de muros y cielos con una o varias capas de mezcla de arena lavada fina y cemento, llamada mortero, y cuyo fin es el de emparejar la superficie que va a recibir un tipo de acabado tal como pinturas, forros etc.; dándole así mayor resistencia y estabilidad a los muros. Este proceso también es llamado pañete, friso, repello o aplanado.

CLASES DE REPELLOS
Repello liso: Es el que se hace para obtener una superficie lisa y pareja. Se utiliza normalmente en espacios interiores como salas, comedores, alcoba y en exteriores como fachadas y patios.
Repello rústico: Es el que se hace para obtener una superficie dispareja y se le da a ciertos tipos de superficies que van a quedar expuestas sin más recubrimientos. El repello rústico puede tener diferentes modalidades como: el repello rústico áspero, rústico asentado, rústico con gravilla, rústico granceado, etc. y se utiliza normalmente en patios, cielos rasos y fachadas.




Ficha del plan especial que califica a Santa Ana, como edificio protegido de valor excepcional.


                Extracto de la memoria del proyecto de Rehabilitación de Santa Ana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario