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jueves, 11 de noviembre de 2010

Informes técnicos de las obras de Santa Ana


A continuación publicamos el informe emitido por el arquitecto municipal, Pablo Sopeña Trugeda, en relación a las actuaciones denunciadas en la rehabilitación de Santa Ana. Según se desprende de este informe, la contrata está procediendo a la limpieza de la mampostería para eliminar restos de mortero en la parte central de la piedra. ¿No podrían haberse ahorrado esta operación si hubiesen ejecutado correctamente el rejunteo de la piedra?  Estaremos atentos al resultado final.


Hacer click en las imágenes para ampliar




Informe del director de la obra:










 

5 comentarios:

  1. Buenos días, en respuesta al último comentario en el que tratas de explicarme el por qué de la piedra vista, te adjunto un enlace que confirma todo lo que he dicho hasta el momento: http://www.arteguias.com/monasterio/san-antolin-bedon.htm, en el tercer párrafo lo deja claro, otra cosa es que nos guste más o menos dejar la piedra vista. Es más, así es como se debería haber realizado Santa Ana.
    En segundo lugar, las fotografías que aportas son de principios del s.XX, mientras que la ermita es del siglo XVI, tiempo suficiente para que el revoco se desprenda, y más en un ambiente marítimo.
    En tercer lugar, el castillo-faro no es precisamente el mejor ejemplo de rehabilitación, con morteros de cemento blanco en las juntas, y vuelvo a repetir el rejunteo demasiado marcado.

    Po rúltimo, no es mi intención crear polémica, sino simplemente aportar un poco de luz a un asunto como es el tratamiento de la mampostería en edificio históricos, en el que se suele caer en ese error en eltratamiento de la mampostería.

    Un saludo

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  2. Creo que te equivocas; y has buscado un ejemplo muy discutido en Asturias, que no solo no confirma sino que aporta más información al desacierto (el de San Antolín de Bedón y el de Santa Ana). Tu información es demasiado complaciente con la última rehabilitación hecha en la iglesia de San Antolín. Lee este otro comentario:

    "San Antolín fue un monasterio desafortunado. Primero, en un incendio se quemó su archivo. Luego, partir de 1542 se une a San Salvador de Celorio, con lo cual el Monasterio prácticamente desaparece. De hecho, en el siglo XIX, sólo quedaba la Iglesia, y una casa contigua y en ruinas, construida en el siglo XVIII . Más adelante, la restauración que en 1955 realizó Luis Menéndez Pidal resultó, especialmente en las esculturas de la portada occidental, que duplica las originales de la portada sur, poco rigurosa. Los viaductos cercanos agredieron brutalmente el paisaje del monasterio, y, recientemente, la última restauración, a finales del pasado siglo, con un estucado ligeramente asalmonado, además de penosa no logró evitar la sensación amenazante de ruina y abandono".

    Puedes corroborar este comentario en: http://servicios.elcomerciodigital.com/camino-de-santiago/camino-costa-2.htm

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  3. Como ves la rehabilitación de la iglesia de San Antolín ha sido muy controvertida. Este otro comentario es más severo:

    "El aspecto actual se debe a las restauraciones de Luis Menéndez Pidal en 1955 (“un personaje tan interesante, como contradictorio, con grandes aciertos y patentes errores”, en palabras de Mª Pilar García Cuetos, profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo).
    En mayo de 1999 se adjudica una nueva restauración a una empresa ¡¡la misma que ha “dest-restaurado” la iglesia asturiana de Santa Eulalia de Abamia!! Y también en San Antolín han estucado, en rosita salmón ¡¡menos mal!! (y no en llamativo color albero como en Abamia). Algunos historiadores creen que no se elaboraron serios estudios que avalaran el proyecto de restauración de 1999. El famoso estucado es una de las acciones que más polémica ha generado en la restauración tanto de Bedón como de Abamia. Se estuca los muros con una pasta de grano fino que aísla el edificio de la humedad (algunos asesores creen que es la mejor solución para proteger la piedra de la humedad: otros dicen que no es una restauración sino un “mal tuneado”; otros se preguntan por qué no aplicaron resinas apoxídicas al igual que se hizo en el puente romano de Cangas de Onís, o en el Naranco, Lillo o Tuñón). En Santa María de Villamayor, en Infiesto, los responsables limpiaron la fachada con piedra pómez y agua para que el impacto fuera el mínimo y, para proteger la piedra del edificio, utilizaron una capa de hidrofugación que impide la entrada de agua en estado líquido pero transpira el estado gaseoso. Y no se cargaron la imagen del templo con estucado".

    http://www.arquivoltas.com/32-Asturias/01-Bedon01.htm

    En esta última web pueden verse fotos de la iglesia antes de la rehabilitación de 1955, y la verdad es que el enfoscado - estucado fue un error. Hoy difícilmente se hubiera optado por una solución así.

    Me temo que el caso de Santa Ana sigue parecido camino. El informe está cargado de perogrulladas que para nada justifican el modelo de enfoscado-rejunteado elegido para los muros exteriores de Santa Ana. En ningún momento se dice (porque no puede decirlo, que los muros exteriores de Santa Ana estuvieron enfoscados). Las fotos de finales de siglo de la ermita reflejan la imagen que nos queda de Santa Ana, y forma parte de la memoria de la ciudad, de su patrimonio... y ahora eso se cambia, a mi modo de ver, injustificadamente.

    Es posible que esté equivocado, pero me lamento de que se esté perdiendo una oportunidad de rehabilitar bien este edificio histórico, no en cuanto al uso (siempre me pareció acertado crear un espacio de interpretación arqueológica) sino en cuanto a la imagen del edificio. Creo que hay un problema de ejecución de obra (que no se está haciendo correctamente...) o quizás el problema sea previo, de proyecto, de haber impuesto un criterio estético que yo creo que no es el que corresponde en 2010.

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  4. Te explicaré por qué se enfoscaban los muros de mampostería, repito, que otra cosa es que hoy haya otros medios para proteger el muro. Los muros de mamposteria se enfoscaban con morteros bastardos ricos en cal, para dotar de mayor rigidez al muro y cohesionar la piedra (antiguamente no había cemento), esas dos capas externas cumplían esa función; los morteros de cal son menos rígidos que los de cemento, y dotaban de mayor elasticidad al muro, algo similar a un cartón pluma, el mortero sería las capas de papel externas. Esto está documentado científicamente, tanto histórica como estructuralmente. Además serían para absorber las humedades y las condesaciones.

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  5. Conozco la técnica de fabricación del mortero bastardo; la enseñamos a los aprendices de albañilería en la Escuela Taller, porque aunque es de escasa utilidad hoy en día nunca se sabe cuando puede aplicarse en una restauración.

    Pero no creo que es el caso que nos ocupa. La ermita no se ha enfoscado; lo que se ha hecho en la ermita es un "pseudorejunteo" (perdón por la expresión, pero no me puedo contener); ni siquiera se ha aplicado correctamente el "llagueado a junta llena y enrasada" que dice el informe técnico se está aplicando, porque si se hubiera hecho un llagueado riguroso no se habrían tapado de mortero las dos terceras partes de la superficie de piedra de los lienzos exteriores de la ermita. Creo que la cuestión estriba entre construir bien, despacio, con el tiempo necesario para hacer las llagas bien enrasadas, con el paletín, y limpiando cuidadosamente la piedra de restos de mortero... o construir mediocremente, a toda leche, cargando de mortero con la paleta, para terminar cuanto antes.

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